IV Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo B

Ojalá escuchéis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón

Primera Lectura: (Deuteronomio 18,15-20)

Marco: El contexto es el segundo discurso y más en concreto, exhortaciones sobre los profetas que anuncian la permanencia del ministerio profético en Israel hasta que llegue cl Profeta como Moisés o el nuevo Moisés, Jesús. En la lectura se recogen las señales que distinguirán al verdadero del falso profeta.

Reflexiones

¡El profeta, vocero de Dios que interpretará la historia a la luz de la alianza!

El Señor, tu Dios, te suscitará un profeta como yo, de entre tus hermanos... El profeta es un lugarteniente y embajador de Dios que recibe el encargo de anunciar la Palabra que reciba de Dios. Este texto supone la experiencia histórica y la comprensión del profetismo en Israel. Es un intermediario autorizado y que disfruta de la autoridad divina recibida para la misión. Si es el portavoz de Dios, es necesario prestarle atención y escucharlo. En Israel es muy importante el tema de la escucha. La escucha de una palabra cargada de vida y de salvación. A Israel no le faltarán profetas encargados de interpretar su devenir histórico del pueblo en todos sus estamentos y planos a la luz de la alianza del Sinaí. No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese terrible incendio; no quiero morir. El Dios trascendente y espiritual necesita que su palabra se encarne para que el hombre pueda tener acceso a ella. Esa es tarea singular de la misión profética.

Segunda Lectura: (1Corintios 7,32-35).

Marco: Seguimos leyendo la respuesta que Pablo dio a los corintios sobre la virginidad y el matrimonio y el verdadero sentido y función de ambas situaciones vitales.

Reflexiones

¡El celibato libera el corazón del hombre!

Quiero que os ahorréis preocupaciones: el célibe se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido. Los griegos conocían la realidad del celibato en algunas personas con el fin de dedicarse más plenamente a la sabiduría. Entre los judíos no se estimaba de modo especial el celibato sino el matrimonio y un matrimonio fecundo en descendencia. La motivación de celibato: Pablo afirma con claridad cuál ha de ser la motivación del celibato cristiano: poder dedicarse más plenamente a los asuntos del Señor. En la pluma de Pablo los asuntos del Señor son, especialmente, la evangelización y la proclamación de la palabra. Esta motivación esencial justifica el celibato. No tiene en primer lugar un sentido personal, sino en orden a la misión. Y esta requiere la total dedicación del consagrado a ella. El matrimonio exige una dedicación especial al mismo y esto merma las posibilidades de dedicarse a la misión.

Evangelio: (Marcos 1,21-28)

Marco: El contexto son las primeras jornadas de ministerio de Jesús en Galilea. Durante algunos domingos proclamaremos fragmentos de esta primera parte.

Reflexiones

a) ¡Este no enseñaría como los letrados sino con autoridad!

Cuando el sábado fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad. El marco es la sinagoga donde se proclama y se explica la Palabra de Dios. Los presentes son todos los fieles de Cafarnaúm que acuden a la sinagoga a celebrar y escuchar la palabra y vivir el encuentro con Dios. El pueblo espontáneamente establece una comparación entre Jesús y los rabinos. Hoy conocemos mejor cómo funcionaba la profesión de rabino. Se llegaba a la categoría de rabino después de largos años de aprendizaje. La enseñanza entre los rabinos se centraba principalmente en sus aspectos jurídicos y normativos. Eran repetidores y transmisores de una tradición que hacía más difícil la fidelidad a Dios por la sobrecarga de determinaciones que la hacían insoportable. Un rabino, cuando adquiría autoridad para serlo tras esos largos años de aprendizaje, la ordenación por la imposición de manos del colegio rabínico y la entrega de la túnica talar distintiva, se convertía en un eslabón más de esa tradición normativa. Jesús no ha realizado esos estudios, no ha pasado por la ordenación, nadie le ha concedido oficialmente ese oficio. Pero enseña de una manera singular y sorprendente que alcanza al corazón del hombre ya que realiza lo anunciado por el profeta Jeremías (31) de manera plena. Jesús transmite una enseñanza llena de vida y que hace surgir la vida allí donde es acogida y aceptada. Jesús es mucho más que un rabino. Es un predicador escatológico y el último profeta enviado por Dios.

2) ¡La fuerza liberadora de Jesús alcanza al hombre entero y es más fuerte que el demonio!

Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: ¿Qué quieres de nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios... Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y lo obedecen. La posesión diabólica es la expresión de la esclavitud del hombre a los poderes del mal. Los exorcismos que Jesús realizaba eran una primicia de la liberación que venía a aportar al mundo y pretende con sus obras admirables de curación y exorcismo no la curación en sí misma sino su sentido y significación más amplios. Al realizar el signo o el milagro Jesús ha manifestado poseer una autoridad del todo especial. No sólo tiene autoridad única y singular su palabra llena de vida y de verdad salvadora, sino también en sus obras se manifiesta la autoridad y el señorío sobre los poderes del mal que atenazan al hombre. Y esta comprobación suscita en los espectadores, en este caso, la admiración y el asombro. La autoridad de Jesús es eficaz tanto en palabras como en obras. El relato de Marcos es particularmente instructivo en estas afirmaciones de la identidad de Jesús en el marco de los gestos de poder liberador. Marcos propone una imagen de Jesús o una cristología diáfana y trasparente apoyada en la realidad de la figura de Jesús actuando. De tal manera que nos recuerda con frecuencia que Jesús enseñaba, pero en pocas ocasiones se entretiene en transmitir esa enseñanza. Eso lo hará de manera más amplia y pedagógica el evangelista Mateo. Para Marcos Jesús enseña con su vida y sus gestos a favor de los hombres. Hoy como ayer, esta presentación de Jesús invita a los creyentes a asumir la responsabilidad de ser testigos creíbles en medio del mundo no sólo por la palabra sino también por los gestos. El creyente debe tener confianza en que su vida es trasformadora. Y esa es una fuente también de realización personal a la vez que un preciado servicio a los hombres y mujeres que le rodean.

Fr. Gerardo Sánchez Mielgo
Convento de Santo Domingo. Torrent (Valencia)