Los niños, motor para la reconciliación y la paz

de José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera-Oaxaca

LOS NIÑOS, MOTOR PARA LA RECONCILIACIÓN Y LA PAZ

Comunicado de prensa
Marzo 1 de 2015.

La manera como un pueblo ve y atiende a los niños muestra la salud y el futuro de esa sociedad. Los niños hoy son amenazados por todos lados, aun por quienes se esperaría protección y amor: son miles los abortados una vez concebidos, la desintegración y violencia intrafamiliar marca gravemente al niño; el riesgo de ser robado, violado o enrolado en la prostitución infantil es una realidad cercana a muchos; las adicciones y el bajo nivel de educación básica son un verdadero cáncer social. ¿Y los derechos de los niños?. Nuestra sociedad está enferma; así destruye su futuro.

Redoblemos esfuerzos para revertir esta situación; defendamos y curemos a los niños para sanar a nuestra sociedad. La familia es la primera escuela en donde los niños se abren a la vida y se van forjando como personas; es la primera que transmite la alegría de vivir y de creer en Dios, forja en los niños el sentido de familia y de pertenencia mediante la convivencia, el servicio, la corrección y el perdón desde el amor; al cultivar valores y virtudes en la vida cotidiana enseña el abc del amor de Dios y del amor humano. Así, la familia se muestra la mejor escuela de humanización, de reconciliación y de paz.

En Oaxaca constatamos ya acciones pequeñas pero esperanzadoras en familias y asociaciones. Y los niños ¿Qué aportan a la familia y a la sociedad?; en la familia los niños transmiten alegría e inyectan responsabilidad, estimulan a compartir conocimientos, bienes y la vida; son motor de superación y de realización, nos abren al futuro con esperanza, nos humanizan. Los niños son ayuda y un regalo de Dios para la familia y para la sociedad. Reflexionemos, ¿Qué pasa en una familia o en una sociedad sin niños?.

Niños, Dios les puso a sus papás y a quienes les rodeamos para que les ayudemos a crecer y ser grandes en calidad, a ser personas felices. La grandeza en calidad de una persona está en amar y servir de corazón a los demás; amar sirviendo y servir amando es lo que hace grande en calidad, no el dinero ni las cosas que se tengan, no el cargo, la fuerza ni belleza física; amar y ser amado es lo que hace feliz. Aprendan a amar, a compartir lo bueno y a servir cuando jueguen, estudien o estén en casa; así colaboran a la reconciliación y a la paz. ¿Cómo lograrlo?, pongan todo lo que está de su parte en dos tareas:

1- Aprendan a rechazar todo lo que daña; nunca dejen que la mentira, el odio o la venganza se anide en su corazón; digan no a la pereza, a las drogas y a toda violencia; denuncien pronto todo acoso o abuso sexual por parte de mayores sea quien sea, huyan de malas compañías. Esfuércense por aprender a amar y servir; al iniciar el día saluden con buena cara a sus papás y hermanos, díganles y muéstrenles que los quieren, sonrían; ayuden en casa y escuela en lo que puedan, saluden a sus maestros y compañeros, agradezcan a quien les hace algún bien, reconozcan lo bueno de otros y díganselo, esfuércense por ser ordenados y limpios.

Todo niño tiene la capacidad de ser grande y hasta héroe; pídanselo a Dios, fíjense y aprendan de las personas buenas cerca de ustedes. Mi llamado a todos los niños para formar parte de los “niños por la paz”, amiguitos del Señor Jesús para lograr la reconciliación social de Oaxaca; el rosario, el buen comportamiento y su alegría sean sus armas.

Con mi saludo y bendición para todos.