de Emmo. Card. Alberto Suárez Inda
Arzobispo de Morelia
Palabra del Obispo
Domingo 8 de Marzo de 2015
Después de mes y medio de intensas actividades, Nuestro Señor me ha puesto quieto, pues a consecuencia de una cirugía en el ojo derecho me han obligado a reposo absoluto durante dos semanas. Este tiempo, aparte de descanso, me servirá para reflexionar durante la Cuaresma.
Parecería que la actividad es importante en la misión apostólica, sin embargo, misteriosamente dentro de los planes de Dios puede ser igualmente fecunda la pasividad de quien se une a Cristo en la debilidad y la Cruz; de hecho, ofrezco todo en estos días por la Iglesia, especialmente por nuestra diócesis.
La experiencia que se vive en las enfermedades de la vista ayuda mucho espiritualmente a dejarse conducir con humildad. La autosuficiencia es peligrosa y es preciso reconocer que otro es quien te guía. El Señor nos invita a decir: “Aunque camine por cañadas oscuras, tu vara y tu cayado me conducen”.
Por curiosidad uno quisiera ver tantas cosas. Es bueno a veces cerrar los ojos y renunciar a estar siempre distraídos por lo exterior para contemplar desde la fe lo que es invisible a la mirada puramente humana. Vale la pena concentrarse en la belleza de las obras de Dios.
Otra ventaja de estar unos días fuera de Morelia, es saber que allá hay personas en las que puedo confiar plenamente y a quienes he delegado varios asuntos, especialmente los Señores Obispos Auxiliares. Ellos, en mi nombre y con gran responsabilidad, están atendiendo lo más urgente.
Durante estos días he sido huésped de la Casa Sacerdotal que tiene el OCEAS en la Ciudad de México. En un ambiente de gran fraternidad he podido convivir y recibir atenciones de hermanos presbíteros de distintas partes que aquí llegan por razones de salud o que aquí trabajan en bien de todos los sacerdotes de México. Se trata de una obra que es expresión muy seria y concreta de fraternidad presbiteral.
Con el deseo de regresar pronto a Morelia, los invito a unirnos en oración pidiendo favores por intercesión del Siervo de Dios Don Vasco de Quiroga, cuyo aniversario 450º de su muerte celebraremos con diversos eventos del 12 al 15 del próximo mes de marzo. Me encomiendo a su oración.