de Enrique Díaz Díaz
Obispo Coadjutor de San Cristóbal de las Casas
29 Abril
Santa Catalina de Siena
Hechos 12,24 - 13,5: “Resérvenme a Saulo y Bernabé”, Salmo 66:”Que te alaben, Señor, todos los pueblos. Aleluya”, San Juan 12,44-50: “Yo he venido al mundo como luz”
¿Quién no se ha sentido perdido en la oscuridad? ¿Quién no se ha sentido desconcertado ante los problemas graves de la vida? Cuando la vida tiene problemas, cuando las cosas no resultan como uno esperaba, cuando todo parece derrumbarse, con frecuencia nos sentimos como en un callejón sin salida o vagando en la oscuridad.
¿Cómo encontrar luz? Jesús hoy nos ofrece el camino: hay que tener fe. Haciendo un paralelismo entre la oscuridad y las tinieblas que aprisionan el corazón, Jesús se nos presenta como la luz verdadera que ilumina nuestras vidas. Para San Juan, oscuridad son todos los aspectos del pecado y de la muerte, en cambio nos presenta a Jesús como la luz que puede sacarnos de nuestras tinieblas. Caminamos en tinieblas cuando nuestros objetivos son tan terrenos y mezquinos que nos oprimen el corazón. Caminamos en tinieblas cuando no somos capaces de mirar más allá de nuestro egoísmo. Caminamos en tinieblas cuando nos dejamos guiar por las venganzas y los odios. Caminamos en tinieblas cuando nuestros afanes son el placer y los vicios. Y entonces erramos el camino y perdemos el sentido de nuestras vidas.
Jesús hoy nos ofrece su luz pero nos exige creer. Promete que no caminaremos en tinieblas pero debemos escuchar su Palabra. Nos dice que nos trae la salvación pero nos pide que no lo rechacemos ni a Él ni a sus palabras. Qué triste el vagar de muchos hermanos y hermanas que han perdido el sentido de la vida. Son frecuentes los intentos de suicidio y los escapes hacia el alcohol o las drogas, hacia la prostitución o al enajenamiento.
Señor Jesús, hoy quiero dejar mi oscuridad y mi egoísmo, ayúdame a descubrir tu luz. Es difícil caminar cuando se ha perdido la esperanza, es triste tener que levantarse cuando se ha fracasado. Pero sabemos que tú eres la luz y la salvación y hoy nos ponemos en tus manos. Tú nos puedes levantar e iluminar. Señor, danos tu luz y aumenta nuestra fe.