“ Para que tengan vida, y la tengan abundante ”
Iª Lectura: Hch 2,14a.36-41: Dios ha constituido a Jesús Señor y Mesías
I.1. La lectura de los Hechos de los Apóstoles (2,36-41) quiere mostrar las consecuencias del discurso de Pedro, que era el centro de esta lectura en el domingo anterior. El mensaje debe resonar con fuerza, como resuena en el v.36: el crucificado, es el Señor y Mesías. Y es Dios quien lo ha constituido como tal. Esta afirmación kerygmática de los primeros cristianos debía resonar a herejía en aquel ambiente, porque en el libro del Dt 21,23 estaba escrito: ”maldito el que cuelga de un madero”. Y Pablo, en Gal 3,13, lo deja bien claro. Pero la cruz se la han dado los hombres. Ni la ha buscado Jesús, ni se la ha impuesto Dios (“Jesús a quien vosotros habéis crucificado”); han sido los hombres poderosos de este mundo los que condenan a muerte. Entonces, ¿no debería haberse cumplido el dogma judío de la maldición del madero? En el caso de Jesús, no. Dios nunca puede maldecir a un crucificado, y menos al que ha sido crucificado por lo que fue Jesús.