“ ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre? ”
¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?
“ ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre? ”
¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?
“ Dichosa tú que has creído… ”
El silencio de María en la fe y la esperanza
Iª Lectura: Miqueas (5,1-4): El misterio de lo pequeño
I.1. Las lecturas de este domingo quieren magnificar todo esto que está llegando como lo más concreto de la Navidad. El profeta Miqueas, contemporáneo del gran profeta Isaías, con palabras menos brillantes que ese maestro, pero con intuición no menos radical, presenta los tiempos salvíficos desde la humildad de Belén, donde había nacido David.
“ Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego ”
El Señor está cerca
El Domingo de la Alegría
La liturgia del Tercer Domingo de Adviento está sembrada de llamadas a la alegría. Por eso, en la tradición litúrgica de la Iglesia se ha conocido éste como el Domingo de "Gaudete!", según el mensaje de la carta a los Filipenses (4,4-5) que introduce la celebración y, asimismo, es el texto de la segunda lectura del día, diciéndonos que el Señor esta cerca. Ya no solamente se nos invita a prepararnos a la Navidad mediante un cambio de vida y de mentalidad; sino que se nos invita a prepararnos con “alegría” porque el Salvador está cerca. La liturgia es expresiva.
“ Una voz grita en el desierto ”
Iª Lectura. Baruc (5,1-9): Dios nos conduce con alegría, a la luz de su gloria