Catequesis para la Tercera Etapa de la Misión

Primer Día

Tema: "AMOR EN LA FAMILIA"

REFLEXIÓN INTRODUCTORIA DEL BEATO JUAN PABLO II

• El Hombre no puede vivir sin Amor.
• Él permanece para sí mismo.
• Un ser incomprensible,
• su vida está privada de sentido
• si no se le revela el Amor,
• si no se encuentra con el Amor,
• si no lo experimenta y lo hace propio,
• si no participa de él vivamente.

Redemptor hominis, 10


DESARROLLO DEL TEMA MISIONERO

(Se sugiere tomar el tema 2, desarrollado en el instrumento de apoyo para la segunda etapa de nuestra misión continental: lugar de encuentro Con Jesucristo vivo: "La Familia", pgs. 29 a la 32).

Los cantos ahi sugeridos se encuentran en el mismo instrumento de apoyo.

ORACIÓN CONCLUSIVA

Bendito seas tú Padre bueno,
¡Señor del tiempo y de la historia!
Nosotros te damos las gracias por que en tú bondad
nos has dado al Beato Juan Pablo II como pastor
bueno, guía valeroso, anunciador apasionado del
Evangelio.

Por su intercesión concédenos las gracias que te
pedimos, permítenos encontrar el verdadero amor que
no defrauda.

Acoge nuestra súplica en el nombre de Jesús, tú Hijo y
Nuestro Señor. AMÉN.

CANTO

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Segundo Día

Tema: "LA MISERICORDIA DE JESUCRISTO"

REFLEXIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

Si queridos amigos, ¡Cristo nos ama y nos ama siempre!
Nos ama incluso cuando lo decepcionamos, cuando no correspondemos a lo que espera de nosotros. Él no nos cierra nunca los brazos de su misericordia. ¿Cómo no estar agradecidos a este Dios que nos ha redimido llegando incluso a la locura de la Cruz?
Homilía, 20 de agosto de 2000

DESARROLLO DEL TEMA MISIONERO
En Lc. 9,1-10
Leer detalladamente el texto.

Reflexión.

Jesús, cuando se acerca a Jericó, encuentra a un ciego y a Zaqueo; ambos pertenecían al grupo de los marginados, de los peores. Ante su situación Jesús manifestará una grande misericordia (San Ambrosio, Exposición del Evangelio según San Lucas, 8,82). Zaqueo es el jefe de los publicanos; por consiguiente, un gran pecador que junto con la prostitución eran tenidos por los fariseos como ejemplos de completa depravación (San Cirilo de Alejandría, comentario de San Lucas homilía 127). Era tal la opinión negativa de la gente sobre los publicanos, que hasta los miserables rechazaban toda limosna que provenía de ellos.

Zaqueo manifiestra que es difícil pero posible para el pecador y para el rico entrar en el Reino de los Cielos (San Jerónimo, homilía sobre el Salmo 83 (84) 2-3). Encaramarse sobre un sicomoro es inusual para uno de su posición, pero por ver a Jesús él debe alzarse de la tierra, como deben de hacerlo todos los grandes pecadores del mundo (San Cirilo de Alejandría, comentario a San Lucas, homilía 127). Así como Cristo subido a la cruz fué escándalo para sus contemporáneos, y para muchos de nosotros, así Zaqueo, subido sobre un sicomoro es tenido como loco por los paganos (San Agustín, Discursos 174, 3, 3).

Con esta acción de Zaqueo por ver a Jesús, sin importarle el qué dirán le robó el corazón a Jesús, y Jesús quiere también robarle el corazón a Zaqueo, por eso le pide que lo reciba en su casa (San Agustín, Discursos 174, 4, 5). El Señor que conoce la conducta y los pensamientos de Zaquei lo llama a alejarse de su vida y a bajar de donde se encuentra a la presencia de Jesús; a encontrase con Él. Solo así podrá convertirse en un verdadero hijo de Abraham (San Efrén Ciro, comentario al Día Tessaron 15, 20). Zaqueo se convierte radicalmente a Jesús, y los bienes mal adquiridos se convierten en medios eficaces para obtener el perdón y la futura salvación. El contacto y la cercanía de Jesús, que es un hombre sin pecado se ha convertido por su gran misericordia, en salvador de aquellos que estaban y están perdidos a causa del pecado (San Agustín, Discursos 175, 1, 1). Dios promete la salvación para aquellos que son verdaderos hijos de Abraham, cosa que Zaqueo manifiesta de serlo, por medio de las acciones a favor de aquellas personas dañadas y afectadas profundamente por él (San Cipriano, Las Obras de Caridad y la Limosna 8).

Ante este ejemplo concreto de gran misericordia de Jesucristo, y de valentía decidida de Zaqueo; ¿qué es lo que nos toca hacer en nuestra Misión?

ORACIÓN CONCLUSIVA

Bendito seas tú Padre bueno,
¡Señor del tiempo y de la historia!
Nosotros te damos las gracias por que en tú bondad
nos has dado al Beato Juan Pablo II como pastor
bueno, guía valeroso, anunciador apasionado del
Evangelio.

Por su intercesión concédenos las gracias que te
pedimos, permítenos encontrar el verdadero amor que
no defrauda.

Acoge nuestra súplica en el nombre de Jesús, tú Hijo y
Nuestro Señor. AMÉN.

CANTO

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Tercer Día

Tema: "EL AMOR EN EL SUFRIMIENTO, INJUSTICIA, POBREZA"

REFLEXIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

Jesús, sobre todo con su estilo de vida y con sus acciones, ha demostrado cómo en el mundo en que vivimos está presente el amor, el amor operante, el amor que se dirige al hombre y abraza todo lo que forma su humanidad.

Este amor se hace notar particularmente en el contacto con el sufrimiento, la injusticia, la pobreza...

Dives in misericordia, 2

DESARROLLO DEL TEMA MISIONERO TEXTO BIBLICO
El Señor enseña en dónde reside la auténtica felicidad

Evangelio de San Mateo, capítulo 5, los versículos del 3 al 6, y del 10 al 11.

Escuchemos con grande respeto y agradecida atención.

(Una persona del grupo hace la lectura de los siguientes versículos de manera clara y pausada).

Felices los que lloran, porque recibirán consuelo.
Felices los pacientes, por que recibirán la tierra en heredad.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, por que serán saciados.
Felices los perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levante toda clase de calumnias.

LECTURA

¿Qué dice el texto?

Se repiten las frases que hayan quedado grabadas en la memoria.

Pautas para la lectura

Queridos hermanos:

Nuestro Señor Jesucristo. Nos enseña en donde se encuentra lo que trae la verdadera felicidad.
Primero, recordemos cómo pensaban las personas del Pueblo de Dios en el antiguo testamento: Se sentían felices, cuando consideraban que Dios era como un escudo que los amparaba (Deut. 29 dice: Felíz eres ¡Oh, Israel! ¿Quién es semejante a ti, pueblo salvado por el Señor? Él es el escudo que te ampara, la espada que te dá la victoria).
Se sentían contentos, al saber que tenían como Señor a Dios mismo: (Salmo 144, 15); y se consideraban satisfechos por saber qué pedía Dios de su pueblo: "Felices somos, Israel, pues sabemos nosotros lo que le gusta al Señor". (Baruc 4, 4).
Comentemos ahora: ¿Qué motivos tenían las personas del antiguo pueblo de Dios para ser felices?
Si. Porque la protección de Dios les daba seguridad; porque conocían cuál era la voluntad de Dios y por saberse Pueblo elegido y protegido por Dios. Todo esto les daba paz.
Nuestro Señor Jesucristo, cuando viene a vivir entre nosotros nos enseña otra manera, otros motivos para ser felices, de acuerdo a la realidad que estamos viviendo: el sufrimiento, el llanto, tener hambre, trabajar por la justicia, ser perseguidos, insultados por obedecer a Dios... ante todas estas situaciones, nos enseña diciéndonos: "muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo"... (5,12).

Preguntas para la lectura:

¿Por qué motivos lloran las personas? ¿Por qué van a ser felices?

¿Por qué van a ser felices los pacientes?

¿Por qué van a ser felices los que tienen hambre y sed de justicia?

¿Por qué van a ser felices los perseguidos por causa del bien?

¿Por qué vamos a ser felices cuando por causa del Señor nos insulten, nos persigan y nos levanten toda clase de calumnias?

MEDITACIÓN

¿Qué me dice? ¿Qué nos dice?

Se hace un espacio de silencio de 4 ó 5 minutos para pensar y orar en particular mientras se considera:

• ¿Acepto la enseñanza de Jesús sobre el valor de los sufrimientos?
• ¿Tengo oportunidad de sufrir críticas por vivir según la enseñanza del Señor Jesús?
• ¿Me doy cuenta de que Jesús sigue enseñando en la actualidad el valor de los sufrimientos para vivir su proyecto de salvación?
• ¿Busco vivir con atención en la justicia?
• ¿Cómo respondo ante las necesidades de los más pobres que yo?
• ¿Con qué acciones demuestro el amor por las personas que sufren?
• ¿Qué ayudas necesito del Señor para que mis sufrimientos sean motivo de felicidad?

ORACIÓN

¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?

De acuerdo al tema que venimos reflexionando y de manera espontanea le hablamos al Señor en voz alta. El grupo se une a las intenciones que se vayan presentando diciendo: te lo pedimos Señor, ó: te damos gracias Señor.

ACCIÓN

Propósitos personales

¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?

Intentar vivir de acuerdo a la fé que tengo en Dios. Hacer vida lo que creo.

Poner atención cuando se me presente la oportunidad de ofrecer los sufrimientos que se me presenten en la vida ordinaria. Ser persona cercana a los necesitados. Dedicar mas tiempo a hablarle a Dios de mis hermanos que no le conocen para que lo amen y sigan.

Propuestas comunitarias

Comentar en el grupo las situaciones de sufrimiento que se viven por vivir según nos enseña y pide el Señor. Proponer como apoyarse para vivir todos según nos pide el Señor en el Evangelio.

ORACIÓN CONCLUSIVA

Bendito seas tú Padre bueno,
¡Señor del tiempo y de la historia!
Nosotros te damos las gracias por que en tú bondad
nos has dado al Beato Juan Pablo II como pastor
bueno, guía valeroso, anunciador apasionado del
Evangelio.

Por su intercesión concédenos las gracias que te
pedimos, permítenos encontrar el verdadero amor que
no defrauda.

Acoge nuestra súplica en el nombre de Jesús, tú Hijo y
Nuestro Señor. AMÉN.

CANTO

Tú eres mi Señor: ningún bien tengo sin Tí;
Tú eres mi Señor: no hay felicidad fuera de Tí.

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Cuarto Día

Tema: "NUESTRA FÉ EN LA VIDA DE LA IGLESIA"

REFLEXIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

Si la experiencia cotidiana nos muestra la existencia como un pasaje hacia la muerte, el misterio pascual nos abre la perspectiva de una vida nueva más allá de la muerte.

Por ello, la iglesia que profesa en su Credo la muerte y la resurección de Jesús, tiene todas las razones para pronunciar tambien estas palabras: "Creo en la resurección de la carne y en la vida eterna".

Homilía, 23 de agosto de 1997

DESARROLLO DEL TEMA MISIONERO

Pensamientos fundamentales sobre nuestra fé:

• Nuestro apoyo, nuestra fé es Cristo, es decir una persona concreta e histórica.
• Nuestro encuentro con Jesucristo se realiza en la Fé por el Amor.
• "Creer es dar el corazón", esto se experimenta en el encuentro con Jesucristo.
• "La Fé, dice el P. Lonergan, es el ojo interior del amor". Y las raices del ojo están en nuestro corazón.
• San Agustín nos dice que "solo el amor es capaz de ver y sentir a Jesucristo".

Tema: CATEQUESIS DE JESUCRISTO SOBRE LA NATURALEZA Y MISIÓN DE LA IGLESIA (Mc. 16, 15-20)

San Marcos nos habla de la realidad más importante sobre la naturaleza de la comunidad fundada por Jesucristo, NUESTRA IGLESIA Y SU MISIÓN, de la cual todos somos participantes indispensables, para lo cual fue fundada, pues "... la Iglesia es toda ella misionera, y la obra de la evangelización es deber fundamental del pueblo de Dios..." (AD GENTES VAT. II). Esta naturaleza y misión de nuestra Iglesia tiene su origen en el mismo Jesucristo: "Id a todo el mundo y predicad el Evangelio a toda creatura". Naturaleza y misión de la Iglesia que tiene como contenido, como dice San Pablo: "Basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor, es decir, que es Dios Mismo, el que nos dá esta misión y nos apoya eficazmente para realizarla; y que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos para que pueda salvarse"; hermanos nuestra fe tiene como fundamento un Cristo vivo y resucitado, que nos da vida y quiere que la comuniquemos en abundancia.

¿Qué necesitamos para descubrir la riqueza de nuestra Iglesia y llevar a cabo nuestra misión fundamental como cristianos? necesitamos urgentemente unirnos en familia, en comunidad, en oración frecuente y permanente, porque en la oración, ahí Dios camina, ahí está con nosotros. Además, para encontrarle sentido a nuestra oración y orientarla beneficamente a todos, es urgente ofrecer nuestros sacrificios: enfermedades, problemas, dificultades, proyectos a favor de las misiones; y a fin de que nuestra misión sea fructuosa no solo en nosotros, sino también apoye eficazmente a aquellos hermanos y hermanas que valientemente predican y testimonian el Evangelio en otros lugares difíciles. Además de nuestra oración nos piden con urgencia nuestro generoso apoyo económico.

¿Pero nosotros dónde vamos a misionar? El Evangelio de Jesucristo nos está pidiendo llevarlo a todos los aspectos de nuestra vida y a los ambientes de nuestra sociedad: a la vida cultural; a la vida familiar, algunas veces tan maltratada; a la política, a veces tan poco creíble ó lejana del bien común; a la economía, a veces tan excluyente y violenta contra los pobres; a la vida laboral, a veces tan opresiva e injusta.

Frutos de nuestro ser misionero: San Agustín (Discursos 231, 1) afirma que muchos pueblos recibieron el anuncio de fe predicado por los discípulos, creyendo solamente lo que oían sin poder verlo, porque los que lo habían visto no quisieron creer en él. Hoy hay muchísimos hermanos que están esperando de nosotros este anuncio que transforme su vida presente y futura. Anuncio evangélico que tiene como meta, ofrecida y cumplida por Jesucristo, subir al cielo y vivir en la casa de Dios, como hoy el Evangelio nos lo afirma al narrarnos la Ascensión de Jesucristo al cielo: en cuanto Dios, él está en todas partes, en cuanto hombre él habita ahora físicamente en el cielo con el cuerpo que poseía en la tierra (San Agustín carta a Dárdano 187, 3, 10).

ORACIÓN CONCLUSIVA

Bendito seas tú Padre bueno,
¡Señor del tiempo y de la historia!
Nosotros te damos las gracias por que en tú bondad
nos has dado al Beato Juan Pablo II como pastor
bueno, guía valeroso, anunciador apasionado del
Evangelio.

Por su intercesión concédenos las gracias que te
pedimos, permítenos encontrar el verdadero amor que
no defrauda.

Acoge nuestra súplica en el nombre de Jesús, tú Hijo y
Nuestro Señor. AMÉN.

CANTO

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Quinto Día

Tema: "NUESTRA IGLESIA Y NUESTROS JÓVENES"

REFLEXIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

La iglesia constituye la juventud de Dios para el mundo: un pueblo nuevo, en el que, por la acción mnisteriosa del Espíritu, los valores siempre nuevos de la pobreza evangélica, la fraternidad, la paz, la misericordia, el servicio desinteresado a los últimos, el amor a la verdad, prevalecen cada día sobre las antiguas lógicas mundanas, anunciando y anticipando el futuro de Dios.

DESARROLLO DEL TEMA MISIONERO

VIGILIA DE ORACIÓN CON LOS JÓVENES

HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVII

Queridos amigos:

Os saludo a todos, pero en particular a los jóvenes que me han formulado sus preguntas, y les agradezco la sinceridad con que han planteado sus inquietudes, que expresan en cierto modo el anhelo de todos vosotros por alcanzar algo grande en la vida, algo que os dé plenitud y felicidad.

Pero, ¿cómo puede un joven ser fiel a la fe cristiana y seguir aspirando a grandes ideales en la sociedad actual? En el evangelio que hemos escuchado, Jesús nos da una respuesta a esta importante cuestión:"Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor" (Jn 15, 9).

Si, queridos amigos, Dios nos ama. Ésta es la gran verdad de nuestra vida y que da sentido a todo lo demás. No somos fruto de la casualidad o la irracionalidad, sino que en el origen de nuestra existencia hay un proyecto de amor de Dios. Permanecer en la fe, porque la fe no es la simple aceptación de unas verdades abstractas, sino una relación íntima con Cristo que nos lleva a abrir nuestro corazón a este misterio de amor y a vivir como personas que se saben amadas por Dios.

Si permanecéis en el amor de Cristo, arraigados en la fe, encontraréis, aun en medio de contrariedades y sufrimientos, la raíz del gozo y la alegría. La fe no se opone a vuestros ideales más altos, al contrario, los exalta y perfecciona. Queridos jóvenes, no os conforméis con menos que la Verdad y el Amor, no os conforméis con menos que Cristo.

Precisamente ahora, en que la cultura relativista dominante renuncia y desprecia la búsqueda de la verdad, que es la aspiración más alta del espíritu humano, debemos proponer con coraje y humildad el valor universal de Cristo, como salvador de todos los hombres y fuente de esperanza para nuestra vida. Él que tomó sobre sí nuestras aflicciones, conoce bien el misterio del dolor humano y muestra su presencia amorosa en todos los que sufren. Estos a su vez, unidos a la pasión de Cristo, participan muy de cerca en su obra de redención. Además, nuestra atención desinteresada a los enfermos y postergados, siempre será un testimonio humilde y callado del rostro compasivo de Dios.

Queridos amigos, que ninguna adversidad os paralice. No tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe siga resonando su Nombre en toda la tierra.

En esta vigilia de oración, os invito a pedir a Dios que os ayude a descubrir vuestra vocación en la sociedad y en la Iglesia y a perseverar en ella con alegría y fidelidad. Vale la pena acoger en nuestro interior la llamada de Cristo y seguir con valentía y generosidad el camino que él nos proponga.

A muchso, el Señor los llama al matrimonio, en el que un hombre y una mujer, formando una sola carne (cf. Gn 2, 24), se realizan en una profunda vida de comunión. Es un horizonte luminoso y exigente a la vez. Un proyecto de amor verdadero que se renueva y ahonda cada día compartiendo alegrías y dificultades, y que se caracteriza por una entrega de la totalidad de la persona. Por eso, reconocer la belleza y bondad del matrimonio, significa ser conscientes de que solo un ámbito de fidelidad e indisolubilidad, así como de apertura al don divino de la vida, es el adecuado a la grandeza y dignidad del amor matrimonial.

A otros, en cambio, Cristo los llama a seguirlo más de cerca en el sacerdocio o en la vida consagrada. Que hermoso es saber que Jesús te busca, se fija en ti y con su voz inconfundible te dice tambien a ti: "¡Sígueme!" (cf. Mc 2, 14).

Queridos jóvenes, para descubrir y seguir fielmente la forma de vida a la que el Señor os llame a cada uno, es indispensable permanecer en su amor como amigos. Y, ¿cómo se mantiene la amistad si no es con el trato frecuente, la conversación, el estar juntos y el compartir ilusiones o pesares? Santa Teresa de Jesús decía que la oración es "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama" (cf. Libro de la vida, 8).

Os invito, pues, a permanecer ahora en la adoración a Cristo, realmente presente en la Eucaristía. A dialogar con Él, a poner ante Él vuestras preguntas y a escucharlo. Queridos amigos, yo rezo por vosotros con toda el alma. Os suplico que recéis también por mi. Pidámosle al Señor en esta noche que, atraídos por la belleza de su amor, vivamos siempre fielmente como discípulos suyos. AMÉN.

Queridos amigos: Gracias por vuestra alegría y resistencia. Vuestra fuerza es mayor que la lluvia. Gracias. El Señor con la lluvia nos ha mandado muchas bendiciones. También con esto sois un ejemplo.

ORACIÓN CONCLUSIVA

Bendito seas tú Padre bueno,
¡Señor del tiempo y de la historia!
Nosotros te damos las gracias por que en tú bondad
nos has dado al Beato Juan Pablo II como pastor
bueno, guía valeroso, anunciador apasionado del
Evangelio.

Por su intercesión concédenos las gracias que te
pedimos, permítenos encontrar el verdadero amor que
no defrauda.

Acoge nuestra súplica en el nombre de Jesús, tú Hijo y
Nuestro Señor. AMÉN.

CANTO

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Sexto Día

Tema: "LA VIRGEN MARÍA EN NUESTRA MISIÓN CONTINENTAL"

REFLEXIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

Sed felices junto con María, que creyó en el cumplimiento de las palabras que le dijo el Señor ¡Sed felices! Ojalá que el signo de la mujer vestida de sol camine con vosotros, con cada una y cada uno, a lo largo de todos los senderos de la vida. Ojalá que os conduzca al cumplimiento en Dios de vuestra adopción como hijos en Cristo. ¡El Señor ha hecho verdaderamente maravillas en vosotros!

DESARROLLO DEL TEMA MISIONERO

EL ESTILO DE MARÍA
Leer Lc. 1, 39-56

Jesús aún no habías nacido, pero Tú hiciste que tu Madre, impulsada precisamente por el mismo Espíritu regalado a nosotros en Pentecostés, cantase "Las grandes obras de Dios", en una explosión de gozo: "Él hace proezas con su brazo", dijo repasando la historia; pero lo dijo en un estremecimiento sereno, no en un estrado en la plaza pública, lo cantó ante su prima Isabel, en la intimidad de una familia en la montaña.

El primer Magnificat, ensayo y preanuncio de la predicación apostólica en Pentecostés fue distinto de lo que ahora llaman "Recuperar la memoria histórica"; se habló de vencedores y vencidos, sí, pero sin odio acumulado durante años, sin ansias de venganza. Ni hubo truenos, ni "fragor como de viento que irrumpe majestuoso", ni llamas de fuego (Hch 2, 2-3).

Mucho tiene que ver Pentecostés y el Magnificat. Por eso, ¿Cómo no pedirte en esta reunión, Señor, que todos los que hemos sido bautizados "con el fuego del Espíritu Santo" (Mt 3, 11) proclamemos tus grandes obras, realizadas en nosotros, en nuestros hermanos más necesitados, marginados y alejados, al estilo de María? Este estilo de María lleno de sencillez, de alegría, de generosidad, de encuentro, de compartir lo mejor, nos enseña y nos mueve a que con urgencia, también nosotros en un ambiente movido por el amor del Espíritu Santo compartamos lo mejor de nosotros con los demás, ¿No sería más eficaz para realizar nuestra Misión Continental, para extender tu Reino - y hasta nos saldría más barato - que muchos de nuestros montajes y organizaciones pastorales?

Jesús en este encuentro fraternal, te pedimos la gracia no solo de beber sino de vivir, y de transmitir con nuestra vida la sobria riqueza de tu Espíritu que hor nos ha convocado. ¿Será mucho atrevimiento pedirte también esa gracia para los predicadores de esta Misión? ¿Y para todos los que la estamos organizando? ¡Ven, Espíritu Santo, ven por medio de María! Y sana el espíritu particularista, sectario, sismático en nuestras comunidades. Esto es decisivo. Nos lo afirma San Pablo: "Todos fuimos bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo" (1Co 12, 13; Ef 4, 4). El Espíritu se da a nuestra comunidad eclesial, a nuestra reunión, y en ella lo recibimos todos los cristianos.

ORACIÓN CONCLUSIVA

Bendito seas tú Padre bueno,
¡Señor del tiempo y de la historia!
Nosotros te damos las gracias por que en tú bondad
nos has dado al Beato Juan Pablo II como pastor
bueno, guía valeroso, anunciador apasionado del
Evangelio.

Por su intercesión concédenos las gracias que te
pedimos, permítenos encontrar el verdadero amor que
no defrauda.

Acoge nuestra súplica en el nombre de Jesús, tú Hijo y
Nuestro Señor. AMÉN.

CANTO

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Séptimo Día

Tema: "NUESTRA MISIÓN Y EL ENFERMO"

REFLEXIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

Quisiera encontrarme con cada uno de vosotros, que estáis dispersos en toda la tierra, para bendeciros, en el nombre del Señor Jesús, que pasó "haciendo el bien y curando" a los enfermos (Hch 10. 38).

Quisiera poder estar junto a vosotros para consolar vuestras penas, sostener vuestro ánimo y alimentar vuestra esperanza, a fin de que cada uno sepa hacer de sí mismo un don de amor a Cristo para el bien de la Iglesia y del mundo.

Mensaje para la II Jornada del Enfermo

DESARROLLO DEL TEMA MISIONERO

Leer en Marcos 8, 22-26

CURACIÓN DEL CIEGO DE BETSAIDA

He escogido este relato, de los 17 milagros que narra San Marcos, para motivarnos en nuestra misión a favor de los enfermos. Los invito a que en paz y tranquilidad contemplemos la manera de actuar de Jesús, ya que vivimos en un mundo frenético, donde parece que todo lo sólido se desvanece en el aire. Y, por su parte la contemplación nos puede ayudar mucho para no ser devorados por el activismo.

El contexto de Mc. 8, 22-26 es el siguiente: Jesús y sus discípulos están en la barca y les hizo esta advertencia: "ABRID LOS OJOS y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes". Viene a continuación el milagro de Betsaida, que dicho sea de paso, este milagro lo omiten Lucas y Mateo. Destaquemos algunos elementos del relato milagroso que nos pueden iluminar.

• Le presentan un ciego a Jesús y le suplican que le toque. Los que llevaron al ciego no piden directamente a Jesús que le devuelva la vista, sino que LE TOQUE. Esto da a entender que Jesús tiene un PODER especial que transforma a la persona.

Jesús TOMA al ciego de la mano. ¡Qué detalle Jesús!. Imaginemos el amor, la delicadeza y ternura de Jesús hacia el ciego, que se deja conducir como un niño. LE SACÓ FUERA DEL PUEBLO. Jesús también nos ha tomado y nos ha sacado de nuestras parroquias. Para el gran milagro, Jesús prefiere apartarse de la gente. No quiere "curiositos". Prefiere el CONTACTO directo personal a solas.

Jesús le puso saliva en los ojos y le impuso las manos. Podemos interpretar estos gestos de Jesús como el acto de recrear al hombre deteriorado y disminuido en su persona por la enfermedad. Jesús no viene como un hojalatero que arregla lo que está atrofiado, sino que verdaderamente RE-CREA al hombre, para que sea un hombre nuevo. En estos gestos de Jesús aparece con toda claridad el TOCAMIENTO creativo del Señor. Podemos preguntarnos: ¿Me dejo TOCAR creativamente por Jesús para ser un cristiano nuevo? ¿Forma parte de mi ritmo de vida el estar a solas con Jesús?

• Después de escribir las acciones de Jesús a favor del ciego, ahora escuchemos la palabra de Jesús que consiste en una pregunta: "¿VES ALGO?" La respuesta: "veo a los hombres, pues los veo como árboles que caminan", indican que hay una CONFUSIÓN. Quizá también nosotros estamos "confundidos" en la propia vida personal, cuando estamos enfermos. Es terrible estar confundido. La respuesta, que implica confusión, da a entender que la curación no es sencilla; pues el hombre ha estado privado de la luz durante muchos años y le cuesta distinguir. Es preciso que nosotros seamos hombres de luz para que distingamos, discernamos con la mayor claridad. La "LUZ" beneficia nuestra vida personal y nuestra actividad pastoral.
• V.25. Le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente, de suerte que veía de lejos claramente las cosas. Necesitamos todos este momento del milagro: ver perfectamente y con claridad NUESTRA IDENTIDAD DE CRISTIANOS. Verla, pero desde la óptica de Dios, para no tener confusiones ni dudas de nuestra identidad de hijos de Dios. Necesitamos, aún en la enfermedad ver con claridad la voluntad de Dios; necesitamos ver con claridad a nuestors hermanos; o sea verlos claramente como hermanos.

Por lo tanto, necesitamos purificar nuestra mirada con la luz de Dios. Con la luz de Cristo: YO SOY LA LUZ DEL MUNDO. Para ello que mejor que ejercitarnos acercándonos con fe y amor a la Palabra de Dios, que es Cristo. La narración no nos dice que el ciego curado contemplara a Jesús, veía de lejos claramente todas las cosas pero no contemplaba a Jesús. Es importantísimo que cuando nos acerquemos a la Palabra de Dios, centremos nuestra mirada contemplativa en el Señor Jesús.

ORACIÓN CONCLUSIVA

Bendito seas tú Padre bueno,
¡Señor del tiempo y de la historia!
Nosotros te damos las gracias por que en tú bondad
nos has dado al Beato Juan Pablo II como pastor
bueno, guía valeroso, anunciador apasionado del
Evangelio.

Por su intercesión concédenos las gracias que te
pedimos, permítenos encontrar el verdadero amor que
no defrauda.

Acoge nuestra súplica en el nombre de Jesús, tú Hijo y
Nuestro Señor. AMÉN.

CANTO

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Octavo Día

Tema: "MARÍA CENTRO DE NUESTRA FAMILIA Y CORAZÓN DE LOS JÓVENES"

REFLEXIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

Socorre con amor, oh Virgen María, a los pobres, a los que sufren, a los jóvenes, esperanza del mañana.

Mantente maternalmente cerca de todas las personas, las familias y las naciones.

Socorre al pueblo cristiano en la lucha incesante entre el bien y el mal.

¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

Homilía, 16 de julio de 1988

DESARROLLO DEL TEMA MISIONERO

Se sugiere el tema "María, modelo de escucha, solidaridad y compromiso en la familia". Ver instrumento de apoyo... pgs. 42 a la 44

ORACIÓN CONCLUSIVA

Bendito seas tú Padre bueno,
¡Señor del tiempo y de la historia!
Nosotros te damos las gracias por que en tú bondad
nos has dado al Beato Juan Pablo II como pastor
bueno, guía valeroso, anunciador apasionado del
Evangelio.

Por su intercesión concédenos las gracias que te
pedimos, permítenos encontrar el verdadero amor que
no defrauda.

Acoge nuestra súplica en el nombre de Jesús, tú Hijo y
Nuestro Señor. AMÉN.

CANTO

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Noveno Día

Tema: "LA VERDAD EN NUESTRA IGLESIA"

REFLEXIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

La Verdad es Jesucristo.

¡Amad la Verdad!

¡Vivid la Verdad!

Llevad la Verdad al mundo.

¡Sed testigos de la Verdad!

Jesús es la Verdad que salva; es la Verdad completa a la que nos guiará el Espíritu de la Verdad.

Discurso, 19 de agosto de 1989

DESARROLLO DEL TEMA MISIONERO

EXPERIENCIA HUMANA

¿A qué nos está invitando el Papa Juan Pablo II en esta reflexión? Si, a vivir en la Verdad y ser testigos de ella.

Vivimos en un ambiente en donde abunda la mentira.

Tipos de mentiras.

• A veces se dice la verdad, pero a medias, para aprovecharnos de los demás. Esta mentira se llama manipulación.
• Somos de una manera y aparentamos vivir de otra: se llama hipocresía.
• Ensalsamos falsamente a otros para sacar algún provecho: se llama Adulación.
• Hablamos mal de otros, sin que sea cierto: esto se llama calumnia.

¿Vemos esto a nuestro alrededor?

ILUMINACIÓN

Jesús nos dijo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn. 14, 6).

Les dijo a sus discípulos: "Si se mantienen fieles a mi Palabra, serán discípulos y conocerán la Verdad, y la Verdad los hará libres" (Jn. 8, 31-32).

También nos dice: "El Espíritu de Verdad, nos irá guiando en toda la Verdad" (Jn. 16, 13).

EXPERIENCIA CRISTIANA

Jesús vivió la verdad

Jesús que es nuestro camino al Padre, es la misma Verdad, la fidelidad, ¿Cómo vivió ésta verdad con Dios y con los hombres?. Es coherente, vive aquello para lo que ha sido enviado: "Para dar la Buena Noticia a los pobres, dar la vista a los ciegos, dar la libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor" (Lc. 4, 18-19).

Su pensamiento, deseo, voluntad, amor, van en la misma dirección; vivir aquello para lo que su Padre lo envió. Sus obras muestran su coherencia, la sinceridad de su vida, porque estuvo junto a los pobres, anunciándoles la Buena Nueva con palabras y obras.

Jesús enseñó la verdad a sus discípulos

A sus amigos que lo seguían les dijo: "Ustedes serán mis verdaderos discípulos si guardan siempre mi Palabra, entonces conocerán la Verdad, y la Verdad los hará libres".

Denunció a los que vivían en la mentira; les dijo a los maestros de la Ley y a los fariseos: "¡Ay de ustedes maestros de la Ley y fariseos hipócritas! Limpian por fuera las copas y los platos, y por dentro están llenos de avaricia y envidia" (Mt. 23, 25).

Su Verdad era una luz que muchos no pudieron soportar, y por eso intentaron matarlo.

Jesús nos promete el Espíritu de Verdad que vendrá en nuestra ayuda, para que nosotros vivamos en la verdad, hablemos con la verdad y enseñemos a otros la verdad como discípulos de Jesús.

Vivir en la verdad, o decir la verdad nos traerá consecuencias; pero el Espíritu Santo está con nosotros y podemos con su fuerza transformar el mundo; anunciar la Verdad, es anunciar a Jesús, enseñar a vivir a otros como Él nos enseña. Esta es la Misión de la Iglesia, y estamos en la Misión Continental en nuestra Diócesis, y esto es ser misionero.

Pidamos al Papa Juan Pablo II que interceda por nosotros al Padre, para que sepamos decir y seguir la verdad.

COMPROMISO

1. ¿Cómo vamos a mostrar que somos discípulos de Jesús, que es la Verdad?
2. ¿Qué pasos concretos voy a dar para vivir la Verdad?

TAREA
Memorizar: "Ustedes serán mis verdaderos discípulos si guardan mi Palabra, entonces conocerán la Verdad, y la Verdad los hará libres" (jN. 8, 31-32).

ORACIÓN CONCLUSIVA

Bendito seas tú Padre bueno,
¡Señor del tiempo y de la historia!
Nosotros te damos las gracias por que en tú bondad
nos has dado al Beato Juan Pablo II como pastor
bueno, guía valeroso, anunciador apasionado del
Evangelio.

Por su intercesión concédenos las gracias que te
pedimos, permítenos encontrar el verdadero amor que
no defrauda.

Acoge nuestra súplica en el nombre de Jesús, tú Hijo y
Nuestro Señor. AMÉN.

CANTO

"Tú Reino es vida, tú Reino es Verdad, tú Reino es Justicia, tú Reino es Paz, Tú Reino es Gracia, tú Reino es Amor. ¡Venga a nosotros tú Reino Señor!".