Cajón del Sastre

por el Pbro. Domingo Arteaga Castañeda

LAZARO NO ESTA MUERTO, ESTA DORMIDO: ¡LAZARO, SAL AFUERA!

​En la aldea de Betania, Jesús encontró una hospitalaria familia, de tres miembros que nos son muy conocidos, los tres son hermanos. Los padres no figuran para nada en la historia evangélica. Ahí había unas manos que esmeradamente lo atendían; unos oídos dóciles, enamorados de su palabra y un amor sincero de Amistad. Todo era felicidad y más cuando el Maestro Jesús era tenido por huésped.

EL PORTICO PASCUAL HISTORICO Y TEOLOGICO, COMO VIVENCIA DE SU CARIDAD REDENTORA Y SACERDOTAL. LA ENTRADA TRIUNFAL MESIANICA, ¡MONTADO EN UN BURRO! ¡EL REY DE REYES!

​Empezó frente a una aldea de nombre Betfagé que quiere decir: “Casa de los higos verdes”. Allí Jesús dijo con tono de autoridad: Vayan a esa aldea que está enfrente de ustedes y luego que entren en ella, encontrarán una burra atada y con ella su pollino, sobre el cual nunca se sentó hombre alguno; desátenla y tráiganmela. Y si alguno les dice: ¿Que hacen? Respóndanle “El Señor la necesita y luego se las devolverá aquí”.

CIEGO PARA LA GLORIA DE DIOS. ¡TAMBIÉN ASÍ DEBE SER!: ¡LA ENFERMEDAD Y EL DOLOR QUE MUCHOS PADECEMOS!

​Hay muchas enfermedades que se derivan de desórdenes morales; otras son de orden genético, hereditario. Y aunque la raíz última del dolor, de la enfermedad y de la misma muerte sea el pecado, no nos es permitido pensar que él dolor y la enfermedad, son castigos de Dios por los pecados de quien las sufre. El dolor y la enfermedad tienen también un significado y aunque hay muchas causas que las pueden producir y Dios los permite pero para sacar siempre bienes a corto o largo plazo, para la vida eterna.

SENTIDO TEOLOGICO DE LA MUERTE

Al acercarse la fecha, en la que la Iglesia Católica invita en forma especial, a la oración por los seres queridos y demás que nacieron para la vida eterna; es conveniente reflexionar sobre el verdadero sentido de la muerte, ya que con ella no se acaba todo, sino que es el principio de una nueva forma de vivir. Es la alborada de lo definitivo y se recibe la última forma definitiva de una vida feliz o castigada. Por eso es necesario reflexionar sobre el sentido Teológico de la muerte.

“EL LENGUAJE ELOCUENTE: DEL LLANTO MESIANICO”

​Han pasado cuarenta días, en los que la Iglesia Católica se ha preparado con reflexiones espirituales y morales para celebrar la Solemnidad de la Pascua. Cuarenta días en los que hemos meditado y agradecido que Jesús como un pastor que tiene cien ovejas, salió por los caminos y senderos a buscar la que se había perdido. Como un padre que tiene dos hijos, esperó con el corazón herido, en la puerta de la casa el regreso del que había partido. Como médico dejó a los sanos y salió para encontrar enfermos.

“¡VIMOS LA ESTRELLA DEL REY Y HEMOS VENIDO A ADORARLO!”

​Estamos en el final del tiempo litúrgico de Navidad. El mundo en su totalidad ha evocado como todos los años con gratitud y alegría, lo que los hombres veterotestamentarios esperaban con gran ansía. Lo que para nosotros es recuerdo, para ellos fue profecía. Lo que en otro tiempo fue promesa y esperanza, ahora con la plenitud de los tiempos, es presencia salvífica de Dios con nosotros, en un misterio de donación salvadora como la encarnación del Hijo de Dios, que acaba con signos y promesas de redención y hace realidad la nueva y definitiva alianza de salvación.

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