“Este es mi Hijo Amado: ¡escuchadlo!”
Primera lectura: Génesis 22,1-2.9a.15-18.
Marco:
El fragmento del domingo de hoy dirige nuestra mirada a una de las páginas más bellas y dramáticas de la Escritura: el así llamado sacrificio de Isaac. Toda la escena es profundamente significativa. Dos intereses principales conviene resaltar: en primer lugar, la declaración solemne de que Dios no quiere sacrificios humanos como se daba en las otras formas religiosas del entorno; en segundo lugar, proclamar que El es el centro de la historia y dueño de la vida y que desde él tiene valor todo. Isaac no fue sacrificado porque Dios no buscaba su vida. Recuérdese igualmente que este relato es un tipo (anuncio a través de una persona) del sacrificio pascual de Jesús.